Una historia que empieza en Bordón
Bordón es el pueblo del Maestrazgo que más anticipa la fiesta de San Antón, el eremita egipcio del siglo III que, en todo nuestro país, funge como patrón del bienestar animal. Su fiesta es el 17 de enero, pero los bordoneros la adelantan al primer domingo del mes.
No está lejos de Estercuel, cuya original ‘encamisada’ estudió y difundió Antonio Beltrán. En Bordón, una gran hoguera de leña, que alcanza la altura de una casa de dos o tres pisos, arde en la noche del sábado. Las ‘diableras’, con rara vestimenta blanca, de aire fantasmal, rondaban antaño por el pueblo despertando a los dormilones. Parejas de mujer y varón montadas en caballos intentan hacerse con un pollo, colgado de una larga cuerda atada a balcones en lados opuestos de la calle y bandeada sin cesar por dos vecinos que entorpecen así la captura. Se cantaban albadas, algunas ocasionales y otras invariables, de tipo tradicional: "A esta casa hemos llegado, a esta puerta y a este banco, gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo". Faltos hoy de cantores, los naturales han estampado en azulejos estos textos, que exhiben todo el año las casas del pueblo.
Los lugareños, que pasaban de seiscientos hace siglo y medio, son hoy pocos más de un ciento. La población, a 828 m de altitud, en medio de la orografía........
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