La amnistía fue sin duda rechazada en 1978
En 1977, Adolfo Suárez, de acuerdo con la Zarzuela, logró en el parlamento español un triple objetivo con el que nacía la restauración de la democracia en España: legalizar a todos los partidos políticos y las fuerzas sindicales, prohibidos sin excepción hasta entonces; a petición expresa de las fuerzas de izquierda (y, sobre todo, del Partido Comunista de España, nada parecido al actual), amnistiar a todos los condenados durante el franquismo con penas de cárcel por delitos que pudieran considerarse conexos con la política (incluidos los ultras y, sobre todo, los etarras homicidas); y, en fin, convocar elecciones libres para que España dispusiera de una Constitución.
Estos objetivos, que pueden describirse en pocas palabras, parecían poco antes otros tantos imposibles. Pero el empeño de todas las fuerzas políticas significativas pudo más que las inercias y las resistencias. Estas fueron acres y ternes. Los partidarios del ‘búnker’ (políticos, económicos, militares, eclesiásticos) se embravecieron. En realidad, vivían un profundo temor al futuro abierto y el miedo al desamparo por la ausencia de un caudillo omnipotente e indiscutido.
Las Cortes que, en 1978, redactaron la Constitución Española no habían sido convocadas de forma expresa como Cortes Constituyentes. Lo fueron........
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