La Real Academia de la Historia (RAH) desarrolla actividades poco conocidas. La más notoria, porque está en internet, pone a España a la vanguardia de las colecciones biográficas dedicadas a los nacionales de un país.

No cabe menospreciar la tarea con el manido y cojo argumento de que por los individuos no se explica el prolijo haz de circunstancias –inabarcables de facto– que dan razón propiamente histórica de un proceso de corta o larga duración, de un fenómeno o un suceso, revolucionario o reaccionario, de un hecho legal o cultural con efectos más o menos generales, de algo, en fin, que merezca atención historiográfica por su repercusión o resonancia. Nadie pretende tal cosa.

La RAH, desde 2011, ha ido poniendo en régimen de libre uso un repertorio de casi sesenta mil biografías de españoles pretéritos notables por algún motivo. La vieja idea de un Diccionario Biográfico Español ya no es un proyecto. Puede utilizarse fácil y rápidamente (basta con teclear dbe rah en un buscador informático). Algo así no tiene final, puesto que las perspectivas y técnicas historiográficas mudan sin cesar. De hecho, sus textos han variado y las biografías crecen sin pausa.

Al adentrarse en la biografía de un personaje aparece un texto tratado según pautas........

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