Cultura: ¿inversión o gasto?
Los poderes encargados de gestionar actualmente la acción cultural desde las instituciones públicas ponen muchas veces inconvenientes a la necesidad de invertir, fomentar y difundir la cultura y el arte, aludiendo al excesivo coste de estas actividades, e insinúan que no son prioritarias ni útiles.
Estas excusas no valen, porque lo que hay detrás de sus palabras es una postura ideológica que responde a un pensamiento atávico obsoleto.
"No hay más oscuridad que la ignorancia", decía Shakespeare. El deber de las administraciones públicas, una vez más tendremos que recordar lo evidente, es difundir y fomentar la acción cultural y financiarla. La cultura mejora la salud pública. El deber de las Administraciones, reitero, es fomentar la cultura y garantizar los derechos culturales de los ciudadanos, así como el acceso universal a la misma.
La cultura y el arte son poderosos motores que crean identidad en la población, generan inclusión social, aglutinan la diversidad, promueven la participación y dinamizan el desarrollo y el progreso, pero estos puntos fuertes de la acción........
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