El cambio de prioridades en la vida actual

Recuerdo con nostalgia la imposición de responsabilidades escolares diarias por parte de mi familia. Tareas que en un principio realizabas con resignación pero que con el paso de los años se convertían en una necesidad de organización y estructuración personal. Lamentablemente los tiempos han cambiado. La educación o formación ha dejado de ser una prioridad en muchas familias. Las responsabilidades han cedido el testigo al disfrute y el alcance de la felicidad plena; muchas de estas teorías, secundadas por la necesidad imperiosa de combatir la hiperproductividad a la que supuestamente estamos sometidos y muchas otras, escudándose en el carácter volátil de la vida: disfrutemos de la vida que son dos días. Esta recuperación de las responsabilidades vamos a denominarlas más tradicionales o primitivas no implica el rechazo del trabajo del aspecto emocional del ser humano, ya que dicho asunto se trata de una urgencia inmediata probada que hay que resolver. Sin embargo, esta sociedad cada vez más débil, anclada en el proteccionismo, el buenismo y la inmediatez, clama a gritos una vuelta a la responsabilidad, el deber y el trabajo, ya que en ese rango de actuación no se siente cómoda o no sabe cómo actuar. Efectivamente, y nunca mejor dicho: estamos perdiendo el norte. Reconstruyamos desde los cimientos una sociedad responsable y comprometida antes de que los daños sean definitivamente irreparables, aunque nuestros supuestos referentes se empeñen en ponérnoslo cada día más difícil.

Alberto Malo........

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