La convivencia entre españoles y mexicanos nunca ha sido complicada. Ha sido fácil porque en ambos casos se trata de personas de carácter abierto, en general, y con una base cultural compartida.

Los problemas surgen cuando se aborda la historia desde prejuicios ideológicos o cuando algunos políticos quieren sembrar la discordia entre los pueblos.

Viene esto a cuento del conflicto reabierto por la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, al no invitar al Rey de España a su toma de posesión. Arguyen que no se respondió a la carta........

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