Tiempo de valientes
Una civilización se define por la forma en la que entiende y practica sus virtudes, es decir, por la manera en la que encarna, vive y defiende aquello que considera valioso.
Y entre esas disposiciones morales, no cabe duda, la valentía o el coraje –esto es, la capacidad para acometer una empresa a pesar de los riesgos– ocupa un lugar destacado. Platón la consideraba la virtud de los guardianes, una de las cuatro virtudes cardinales (junto a la justicia, la prudencia y la templanza); y Aristóteles la colocó igualmente en un lugar destacado de su ética. Pero, como éste señaló, el hombre valiente no lo es en todo, porque lo temible tampoco es igual para todos. Nadie es valiente siempre y en todo, y cada uno somos cobardes a nuestra manera, en la medida de los propios miedos. Se dice, por ejemplo, que casi todos tenemos miedo a las arañas, aunque solo para un porcentaje muy pequeño de población éste se........
© Heraldo de Aragón
visit website