La crítica establecida
Hace unas semanas acudí a un congreso de mi especialidad. Como ocurre siempre, también en las reuniones académicas lo mejor de todo suele ser el (re)encuentro personal con los colegas, por la oportunidad que ofrecen estas jornadas no solo para renovar la confianza y la amistad con compañeros ya conocidos, o para trabar conocimiento con otros nuevos, sino para establecer o mantener vínculos de colaboración que son siempre fructíferos.
Además, entre las ponencias y las comunicaciones que se presentan siempre hay reflexiones interesantes e ideas sugerentes, que dan que pensar y abren nuevas perspectivas de análisis, aunque también abunden los lugares comunes y los simplismos enrevesados. Supongo que es inevitable, y si se me permite la expresión seguramente nadie estamos libres de pecado, sobre todo cuando, como sucede a menudo en la Universidad, en general, y en las ciencias sociales........
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