Sobre el odio
Al contrario que el amor, el odio casi siempre es correspondido. Lo vence la indiferencia practicada con sutil agudeza. Hace un tiempo, mientras comíamos, un prestigio penalista me habló sobre la tipificación en nuestro Código Penal de los denominados delitos de odio. Me explicó que era una introducción más en nuestro Derecho de la cultura ‘woke’.
Me comentó que el odio en sí mismo no debería ser delito y sólo debería perseguirse cuando se materializara en algunos de los diferentes tipos penales que ya contemplaba nuestro Código Penal. Le exhorté a publicar algo al respecto. Se encogió de hombros. En el fondo, sentía temor ante el odio que pudiera suscitar en algunos integrantes de estos colectivos de personas ‘vulnerables’ que ampara específicamente nuestro Derecho.
El odio ha existido siempre porque es consustancial a la naturaleza humana. Mientras duró la actividad de la banda terrorista ETA, me pareció igual de repugnante el comportamiento del asesino que el del aberzale que lo jaleaba. Es........
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