Un buen principio
A veces, en estos días de finales de agosto las nubes se arremolinan al atardecer y la luz del sol convierte el cielo en uno de esos frascos donde se limpian los pinceles de las témperas. Un caos dolorosamente bello ante el que sentirse pequeño. Pero raramente la acumulación desordenada de estímulos es agradable. Por ejemplo, al peatón que trataba de avanzar este mes por algunas calles del centro de Salamanca le asaltaría seguro la duda de si no estaría participando sin saberlo –entre variado mobiliario urbano, cubos, anuncios, jardineras… o macetas– en una absurda prueba de esquivar obstáculos.
Los medios de comunicación tienen pocos temas y mucha necesidad de llenar tiempo o espacio en verano y ahí surgen esas polémicas como pequeñas tormentas en vasos........
© Gaceta de Salamanca
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