El peligro de la desunión
La imagen de la firma del segundo protocolo de impulso a Salamanca y su alfoz es justo la contraria a esa política de enfrentamiento cainita destapada durante la gestión de la catástrofe en Valencia. Aquí los mandatarios se unen buscando lo mejor para los salmantinos y allí, donde las inundaciones han destrozado el futuro de miles de familias, los políticos siguen a la gresca, empecinados en un navajeo de la peor calaña.
Tampoco vamos a decir ahora que esos 75 millones del Gobierno regional y el Ayuntamiento de la capital, destinados a inversión en infraestructuras tecnológicas y logísticas, nos vayan a sacar de pobres. Hace tres años se aprobó el primer protocolo con 67 millones y se han acometido importantes proyectos como la incubadora tecnológica Abioinnova, el Centro Tormes de emprendimiento, el Espacio de Innovación Tecnológica, el Centro de Transferencia del Conocimiento Agroalimentario o la........
© Gaceta de Salamanca
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