La trampa de Muface
El problema al que se enfrentan ahora el millón y medio de mutualistas de Muface no es un imprevisto. Viene de muy atrás. Hace cuatro años que desde Podemos ya avanzaron que querían terminar con ese modelo de colaboración público-privada porque, tirando del topicazo, lo veían discriminatorio. «Es como si hubiera colegios a los que solo pudieran ir los hijos de los funcionarios», razona Amparo Botejera.
Como sabrán ustedes, los funcionarios pueden elegir entre recibir la asistencia médica a través de la red de hospitales y centros de salud del Sistema Nacional de Salud -la sanidad pública- o ser tratados en clínicas privadas que forman parte de un catálogo al que puedan acceder. Evidentemente ese servicio que prestan las clínicas privadas no es gratis, sino que lo costea el Gobierno. El problema que ahora inquieta a los funcionarios es que las aseguradoras que atienden a estos pacientes han explicado que no son rentables. Dicho de otro modo,........
© Gaceta de Salamanca
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