Las contradicciones del señor Sánchez
La vida de los hombres se reduce a nacer, pasarlo bien y morir en el intento. Pero como nacer y morir son dos instantes tan trascendentales como efímeros, resulta que la mayor energía solemos emplearla en pasarlo bien. Lo más triste es saber por experiencia que no todo el monte es orégano. Sin embargo, el que más o el que menos hace lo que puede al respecto. Tanto es así que el placer se ha convertido en todo un arte. Eso sí, los placeres son múltiples y variados, van y vienen según los gustos y circunstancias de cada cual. Lo más recomendable es que los humanos adaptemos el nivel de exigencia a las posibilidades personales, tanto físicas y mentales como económicas.
Por ejemplo, resulta natural que un enfermo crónico aspire, al menos, a que el colchón donde reposa no le aumente y prolongue el sufrimiento. Incluso para una persona sana, el colchón, se lo aseguro, puede convertirse en una obsesión enfermiza. Personalmente, he llegado al........
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