Lamborghinis a la puttanesca
Nunca he sabido un carajo de coches. De modo que cuando el cachicán de la Moncloa, en una de sus charlas chavistas, dijo que prefería los trenes parados del primate antes que los «Lamborghinis», primero pensé que se había vuelto loco y, segundo, que hablaba de una pasta italiana. Todos sabemos la miríada infinita de tallarines y fusillis que los italianos suelen arrimar a los fogones. Enseguida supuse que, como el mitinero era socialista y colega del Tito Berni, esos «Lamborghinis» serían a la «puttanesca». Una receta que suele hacer las delicias de nuestros sindicalistas.
Recuerdo que hace algunos años había un restaurante en Salamanca, situado en la plaza de la Fuente, el «Giuseppe», donde bordaban esa clase de salsa. A la altura de las hamburguesas de Cacho y el «pastel de berenjenas» de Víctor Salvador, uno de los grandes cocineros salmantinos de todos los tiempos.
Imagínense la vergüenza que pasé al enterarme,........
© Gaceta de Salamanca
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