La singularidad como negocio
Creo que ese tópico acerca de la voracidad catalana está plenamente justificado. De ahí que España lleve siglos soportando el cilicio de un chantaje permanente. El sainete que los catalanes han escrito acerca de su singularidad racial se ha representado en el tiempo más de lo necesario. A lo largo de la historia europea jamás una ínfima parte de su territorio ha conseguido, como Cataluña, cubrirse de oro mediante una mentira tan reiteradamente ridícula.
Cuando Felipe V se hizo con el trono, todo el centralismo francés cayó a plomo sobre España. En un principio, los catalanes, que lucharon de parte del aspirante austriaco, patalearon al ver sus instituciones abolidas por el Borbón. Sin embargo, aquel rey, seguramente mal aconsejado, consideró que aumentando los recursos de Cataluña se pondrían de su parte. Craso error. Y ahí empezó el chantaje histórico de unos simples payeses a toda una nación, que por aquel entonces era la más rica del mundo.
........© Gaceta de Salamanca
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