El idealismo del calimocho
Estos días se han cumplido 10 años de la irrupción de un desconocido Podemos en las elecciones europeas de 2014. Una década en la que el idealismo ha pasado de estar incandescente en cualquier asamblea regada con un buen calimocho a vivir en chalets, coches oficiales y cenas en restaurantes buenos recordando las que montaban en las manifestaciones.
La novedad es muy peligrosa, ya que al principio gusta mucho y es casi impulsiva y después el suflé se baja con bastante facilidad. Esos negocios nuevos que arrancan con colas suelen acabar en el 'se traspasa' a los pocos meses. Esos y esas que ven fuera de casa lo mejor del mundo mundial y cuando lo prueban se arrepienten de perder lo que tenían en su hogar. Modas pasajeras en las que te dejas un dineral y después te fustigas cuando aparecen los restos de aquel naufragio del calendario en algún rincón del trastero.
........© Gaceta de Salamanca
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