Frente al cambio tecnológico acelerado, democratizar el conocimiento es la base del desarrollo futuro
El futuro ya llegó. El cambio tecnológico acelerado no es una posibilidad, es una realidad que está transformando el trabajo a una velocidad sin precedentes. En todo el mundo, tractores autónomos reemplazan jornaleros en los campos, asistentes virtuales sustituyen ejecutivos en atención al cliente en todo tipo de empresas y servicios, y algoritmos gestionan tareas que antes eran impensables sin intervención humana.
Para 2030, 92 millones de empleos habrán desaparecido, una cifra comparable a casi la mitad de la población de Brasil. ¿La razón? La brecha que genera integración de la automatización, la robótica y la inteligencia artificial (IA) y diversos cambios en la demanda del mercado.
Por ello, la pregunta no es si el acelerado avance tecnológico está destinado a transformar radicalmente las economías y a impactar significativamente en el futuro de la fuerza laboral, sino quién estará preparado para adaptarse y quién quedará fuera, pues en los próximos cinco años experimentaremos un cambio significativo e inédito en el mercado laboral.
Para 2030, casi la mitad de las tareas agrícolas podrían estar automatizadas, reduciendo la necesidad de trabajo manual e incrementando la demanda de trabajadores altamente capacitados que puedan operar y gestionar estas tecnologías avanzadas. Lo mismo ocurre en el sector servicios, donde la IA y la robótica seguirán........
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