Del ring al consejo. Lo que el boxeo me enseñó sobre negocios
¿Sabes cuál es la diferencia entre un buen empresario y uno extraordinario? La misma que hay entre un boxeador promedio y un campeón mundial: la mentalidad de triunfo. No se trata únicamente de ganar dinero, aunque es parte del juego, sino de tener una voluntad inquebrantable para resistir golpes. En los negocios, como en el ring, quien tiene verdadera hambre de triunfo es quien termina llevándose el cinturón.
He tenido la fortuna de involucrarme en el mundo del boxeo, apoyando a figuras inspiradoras como Isaac “Pitbull” Cruz. Trabajar junto a él me ha dejado aprendizajes invaluables, especialmente al descubrir los profundos paralelismos entre este deporte y el mundo de los negocios. En ambos terrenos, la verdadera prueba no está en la victoria fácil, sino en la capacidad para mantenerse en pie cuando todo parece en contra.
Igual que un boxeador que se levanta después de recibir un gancho al hígado, un empresario debe encontrar la fuerza para seguir adelante, aun cuando las circunstancias amenacen con derribarlo. Porque, al final, los campeones se forjan en la adversidad.
Voy a darte un ejemplo: imagina una empresa que, de la noche a la mañana, se enfrenta a un competidor con un producto superior y precios más bajos. El golpe es........
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