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Bomba atómica

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16.10.2025

Uno se pregunta la forma en que se planean las cosas en los gobiernos a la hora de pensar en lo que quieren lograr en el corto, mediano y largo plazo. En el caso del actual régimen de Morena y satélites están siendo demasiado obvios con su ruta de acción. Siguen aplicando el manual del gobierno populista autoritario de toda la historia. Nada nuevo bajo el sol. Y, sin embargo, requerimos reflexionar para evitar la debacle total.

Por principio de cuentas hay que referir que la ruta de desempeño del gobierno guinda de los últimos siete años no es fruto de la casualidad. Llegaron por la vía democrática y con el beneplácito del gobierno entonces saliente que inmiscuido en enormes escándalos de corrupción e irregularidades, prefirieron entregar la plaza a cambio de impunidad, y no hacer ver que se avecinaba una tormenta de destrucción. Y así se demostró con la inexcusable, absurda y costosísima cancelación de la obra en curso del nuevo aeropuerto en Texcoco, algo que sucedió cuando ni siquiera habían tomado posesión y que el Presidente aún en teoría en funciones no hizo nada por defender la obra y su relevancia presupuestal y patrimonial. De ahí para el real en cuanto a todo lo que hemos visto desde entonces.

En la ruta de ese despliegue autoritario por parte de Morena, la ruta ha sido muy clara y preocupante. No hay medias tintas. La hoja de viaje fue diseñada con gran detenimiento y abuso. Se hizo el plan dar vuelo a los cinco jinetes del apocalipsis. Esto abarcó los pasos siguientes. No se hizo al azar, sino con planes muy claros de la forma en que se tendría que tomar y concentrar poder al costo que fuera.

Primero fue consolidar el control del ejecutivo federal y local utilizando recursos masivos para generar afinidad electoral. Se desplegaron programas sociales bajo la premisa de que los electores supieran que su recepción futura dependía de que siguieran votando por ese mismo partido político. Un engaño perverso, pero bastante efectivo en las urnas, sobre todo con enormes recursos desplegados en la operación de manipulación en los días previos a y durante las mismas elecciones.

Segundo fue el tomar la batuta en el poder legislativo. Se utilizó el mismo esquema de control en las urnas, pero además aderezado con maniobras adicionales. Por un lado, abusando de una sobre representación que generó una mayoría calificada ilegítima en la Cámara de Diputados y, por el otro, el despliegue de amenazas, denuncias y hostigamiento para sumar los Senadores faltantes para también hacerse de la mayoría calificada en dicha colegisladora. El resultado fue tener el control unilateral del destino constitucional del país y así implementar el proceso de destrucción de las bases constitucionales de contrapesos, organismos autónomos, y medidas de control al poder. Y en efecto se ha venido haciendo el trabajo de reformas constitucionales que destruyeron la independencia, autonomía y fortalecimiento ciudadano. En los hechos hemos dejado de ser una república con democracia constitucionalmente garantizada.

Tercero fue el........

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