Después de la IA viene la creatividad artificial, ¿estamos preparados?
Las capacidades de la Inteligencia Artificial (IA) han tomado por sorpresa a la humanidad. Hace solo algunos años era muy remota la posibilidad de interactuar con sistemas capaces de responder con niveles de conocimiento, precisión y fluidez tan impresionantes. Pero, ¿qué sigue?
Para responder a esta pregunta, debemos reconocer que estos desarrollos tecnológicos replican procesos cognitivos humanos fundamentales. Hemos diseñado estas herramientas con el objetivo de simular lo más útil y sublime que conocemos: los sistemas de pensamiento y entendimiento del Homo sapiens. Incluso, la carrera geopolítica contemporánea ha definido claramente la meta: consolidar instrumentos capaces de hacer todo lo que puede hacer una persona (Inteligencia Artificial General) e incluso más aptos que toda la humanidad entera (Superinteligencia Artificial).
Por lo tanto, para comprender qué sigue en la evolución tecnológica, debemos ver hacia adentro: ¿qué puede hacer hoy un humano que no pueda hacer la IA?
En el muy corto plazo, tenemos las habilidades físicas y manuales. Sin embargo, la robótica ya avanza con pasos firmes y veloces para conquistar dicho estrato; en los próximos cinco años, veremos robots plomeros, artesanos, luthiers, expertos en limpieza y más.
Pero, por otro lado, tenemos la facultad creativa, la cual integra señales lógico-racionales con algo único y prácticamente irremplazable: códigos intuitivos —manifiestos en........





















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