'Influencers', un tiro por la culata a la reputación corporativa
Una de las máximas para construir y preservar la reputación corporativa consiste en alinear los valores que profesan las empresas con las acciones que realizan, esto es, que haya congruencia entre lo que dicen y lo que hacen.
Recientemente Luis Espino, experto en comunicación en crisis llamaba la atención sobre cómo el pésimo manejo mediático que dio la actriz de la película “Emilia Pérez”, Karla Sofía Gascón, primera mujer transgénero en ser nominada al Oscar, para aclarar el escándalo por la revelación de su historial de tuits racistas y clasistas, la llevaron en un abrir y cerrar de ojos de una increíble historia de ascenso a su inmolación.
Y en efecto, bastaron ocho días para que la actriz pasara de ser nominada al galardón más importante del cine, de ser un fenómeno mundial aclamada lo mismo por el presidente español, que por Madonna, a ser vetada por Netflix y desconocida por el director de la película Jacques Audiard, al expresar su pérdida de confianza en la actriz, lo que se leía como una estrategia para intentar salvar algo de lo perdido en las nominaciones a los premios Oscar.
Este episodio donde la conducta de las figuras públicas en el ámbito de sus vidas privadas impacta y empaña lo que construyen en el ámbito profesional, tiene un paralelismo con los llamados ‘influencers’, oficio donde no obstante las y los jóvenes han encontrado una forma de hacer dinero fácil sin tener que gozar de un legítimo prestigio, cada vez más las empresas echan mano de éstos para posicionar marcas, productos o campañas publicitarias.
Si bien no podemos comparar el gran trabajo de una actriz como Karla Gascón, con las pocas virtudes que suelen distinguir y requerir los ‘influencers’ para tener éxito, lo que sí tienen en común es que se trata de personalidades que al margen del esfuerzo........
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