Transición en el poder, transición energética: los retos de Claudia Sheinbaum
México requiere cambios inmediatos si aspira a consolidarse como un nodo estratégico ante la reconfiguración de las cadenas globales de suministro. La presidenta Claudia Sheinbaum, heredera del discurso de “soberanía energética” de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, parece inclinada a mantener cierta continuidad en la política energética. Sin embargo, su perfil técnico como ingeniera con experiencia en gobernanza climática abre la posibilidad de orientar al país hacia una transición energética más pragmática y basada en resultados verificables.
Pese a la reciente aprobación de reformas judiciales que debilitan los contrapesos institucionales y aumentan la incertidumbre, el sector energético mexicano sigue presentando oportunidades innegables. Además, frente a una posible desaceleración económica, Sheinbaum haría bien en priorizar el despliegue de energías alternativas. Sin avances estructurales en esta materia, el nearshoring corre el riesgo de diluirse (aún más).
La proyección de crecimiento para 2025 fue revisado a la baja por el Fondo Monetario Internacional (FMI), pasando de 1.4% a -0.3%, debido tanto a la imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos como al enfriamiento económico común tras un cambio de administración. Paradójicamente, aunque Sheinbaum llegó al poder con mayor respaldo político que su antecesor, su margen del control de la agenda parece más acotado. Morena, ahora encabezado por el hijo del expresidente, condiciona crecientemente la agenda del executivo federal.
Aun así, la crisis climática y el mandato popular que respalda a Sheinbaum........
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