La próxima gran revolución no será tecnológica, será energética
Mientras el mundo celebra los avances en Inteligencia Artificial (IA) generativa, la expansión de los modelos fundacionales y el inminente surgimiento del cómputo cuántico, hay una pregunta que rara vez nos hacemos con suficiente urgencia: ¿tenemos la energía necesaria para sostener esta revolución?
Tan sólo hace unos dos años la IA generativa era apenas un experimento de laboratorio, una mera curiosidad que comenzaba a explorarse. Hoy, solo unos años después, es el motor de nuevas industrias, un cambio de paradigma... y también una fuente de creciente preocupación energética.
Entrenar un modelo de lenguaje de gran escala puede consumir más electricidad que 100 hogares en un año. Y eso es solo el inicio. Cada prompt, cada imagen generada, cada inferencia en tiempo real suma millones de operaciones computacionales que requieren electricidad. La infraestructura que sostiene este universo —centros de datos, clústeres de GPUs, sistemas de enfriamiento— representa una demanda que........
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