Ninguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible está en camino de cumplirse
Un año más ha pasado desde que se adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015 y el balance es desalentador. Lo que hace 10 años se planteó como una ruta para erradicar la pobreza, reducir desigualdades y proteger el planeta hoy se percibe cada vez más lejano.
Con el 2030 a la vuelta de la esquina, los avances son mucho menores a lo esperado y las metas originales se ven seriamente comprometidas.
Las cifras más recientes confirman la magnitud del desafío. Ninguno de los 17 objetivos está en trayectoria de cumplimiento y apenas 17% de las metas muestran un progreso suficiente. La gran mayoría avanza con lentitud, permanece estancada o incluso retrocede.
Se trata del resultado de una combinación de factores que han golpeado la agenda global durante la última década. Los conflictos armados/sociales, la crisis climática, el aumento de las desigualdades y las limitaciones financieras han ralentizado o directamente bloqueado muchos de los avances necesarios.
Así, los próximos cinco años serán decisivos. De lo que se haga en este corto periodo dependerá si los ODS siguen siendo un marco creíble para orientar el desarrollo o si terminan convirtiéndose en una promesa incumplida.
Es cierto que desde 2015 se han registrado mejoras en áreas como educación, salud y energía. Cada vez más niños completan la escuela, la mortalidad infantil y neonatal se ha reducido y el acceso a electricidad se ha ampliado de manera significativa. A la par, las energías renovables han crecido con rapidez y se perfilan como la fuente dominante de generación eléctrica en la próxima........
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