Creación de valor mediante la inversión en sostenibilidad
La sostenibilidad no es un concepto secundario ni una moda empresarial pasajera. Surge como respuesta a desafíos sistémicos que trascienden el ámbito corporativo: la degradación de los ecosistemas, la presión creciente sobre los recursos naturales, el aumento de las desigualdades sociales y la intensificación de los riesgos climáticos. Sin la preservación de las bases sociales y ambientales que sostienen la actividad económica, no es posible garantizar mercados estables ni continuidad operativa a largo plazo.
Entender este rol amplio de la sostenibilidad resulta esencial. Sin embargo, en un contexto donde su legitimidad enfrenta críticas crecientes desde distintos frentes, es igualmente estratégico reafirmar su valor empresarial tangible. Hoy, integrar la sostenibilidad de manera estructural en la estrategia de negocio no es únicamente una cuestión de responsabilidad: es una condición indispensable para asegurar competitividad, resiliencia y crecimiento.
Un reciente informe del Capgemini Research Institute confirma esta convergencia. Según sus hallazgos, una mayoría de organizaciones líderes considera que la sostenibilidad contribuye directamente al crecimiento de ingresos y a la mejora de la eficiencia operativa. Estos resultados refuerzan que la sostenibilidad debe ser entendida como un elemento central de creación de valor y no como un ejercicio o acción de cumplimiento.
Durante años, la sostenibilidad empresarial se consideró principalmente desde una óptica ética o como un elemento para gestionar la reputación. Sin embargo, la transformación del entorno operativo actual exige replantear su rol dentro de la estrategia corporativa.
Factores como el cambio climático, la presión sobre las cadenas de suministro, el endurecimiento de los marcos regulatorios........
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