De la congestión a la conexión: 'smart cities', el salto que México debe dar
¿Y si la solución a nuestros problemas urbanos ya existe pero simplemente no estamos entendiendo –ni aprovechando– su potencial? En un país donde la congestión vial cuesta casi 100,000 millones de pesos al año, donde el agua se desperdicia por fugas invisibles, y donde millones de personas viven al margen de los servicios públicos más básicos, la idea de una “ciudad inteligente” no debería sonar futurista... debería sonar urgente.
México no necesita más megaobras que solo impresionan en los renders; necesita tecnología que funcione en lo cotidiano: semáforos que se ajusten al tráfico real, sistemas de transporte integrados y sensores que alerten sobre fugas o contaminación al instante. La buena noticia: todo eso ya existe. La mala: seguimos gobernando ciudades del siglo XXI con lógicas del siglo XX.
Cuando pensamos en ciudades inteligentes, muchos imaginan drones, coches que se manejan solos y pantallas por todos lados. Pero la verdadera inteligencia urbana está en resolver problemas cotidianos con datos, infraestructura conectada y decisiones informadas. Una ciudad inteligente o smart city no es solo tecnología: es un ecosistema que mejora la vida diaria con movilidad eficiente, servicios públicos inteligentes y una gestión urbana transparente y sostenible.
Ciudades como Singapur, Copenhague, y Ámsterdam son ejemplos clarísimos, donde la combinación de innovación tecnológica, políticas públicas visionarias y colaboración multisectorial ha permitido reducir la congestión, optimizar el consumo energético y aumentar la transparencia gubernamental. Estas ciudades demuestran que la clave no está solo en tener tecnología, sino en usarla de manera inteligente para construir comunidades más sostenibles y humanas.
En otras partes del mundo, el concepto de smart cities ya está resolviendo problemas urgentes. En Singapur, un sistema de sensores y cámaras monitorea el tránsito y ajusta automáticamente la sincronización de semáforos en toda la ciudad, reduciendo los tiempos de traslado en horas pico. En Barcelona, los contenedores de........
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