Listas parlamentarias: derrota anticipada de Boric, dramatismo y realismo. Por Jorge Ramírez
Pese a los deseos del Presidente de la República y de su abanderada presidencial, Jeannette Jara, el oficialismo no enfrentará la elección parlamentaria con una lista única. El descuelgue de la Federación Regionalista Verde Social y de Acción Humanista, impulsado por dos caudillos como Jaime Mulet y Tomás Hirsch, sepultó la posibilidad de que el gobierno tomara ventaja inicial sobre la oposición, no por los votos, sino por la ingeniería electoral.
El mejor escenario para La Moneda era competir en una lista única y capitalizar el supuesto “costo de la división” de la oposición, que irá en dos listas. La lógica es simple: en distritos y regiones que asignan un número impar de escaños, el último cupo definido por la cifra repartidora D’Hont tiende a beneficiar a la lista que concentra más votación, usualmente la unitaria. Pero aquello no sucederá.
La izquierda competirá en tres listas (las dos oficialistas más la lista del Partido Igualdad y el Partido Humanista que no siguió a Hirsch) y la oposición en dos listas. Por ende, el premio a la unidad y el castigo a la dispersión tenderán a neutralizarse.
Si hubiera que ponerle rostro y coordenadas al despropósito oficialista de hipotecar la opción de una lista única, ese sería la elección senatorial en la Quinta Región, con el exalcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, como candidato al Senado en la lista de los “descolgados” del Frente Regionalista y Acción Humanista. En esa región, la oposición podría capitalizar la falta de unidad oficialista, abriéndose la posibilidad de romper la correlación actual de escaños 3-2 a favor del oficialismo.
En la vereda opositora, en cambio, como pocas veces,........
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