Marchena, el juez
MADRID 2 Dic. (OTR/PRESS) -
El Congreso del Partido Socialista en Sevilla ha sido superficial, banal, de homenaje al líder, de confirmación de que no se hacen los cambios imprescindibles ni se aparta a los que están bajo una sospecha creciente de corrupción, de aplausos y de un lugar en primera fila a los que fueron condenados por defraudar 680 millones, aunque luego fueran indultados por el Tribunal Constitucional de Conde Pumpido. No ha tratado ninguno de los temas candentes ni urgentes y ha "resuelto" algunos, como los de los privilegios para Cataluña, con fórmulas de lenguaje ficción que tal vez salvan la cara de los líderes regionales socialistas, pero que consagran la discriminación. Ni críticas ni debate ni autocrítica ni compromisos de cambio. Este no es el PSOE sino el partido de Sánchez. Lo que hay que preguntarse es lo que quedará de esta formación cuando su actual líder desaparezca.
Pero hay un asunto que sí ha tenido espacio en el Congreso socialista que es........
© Europa Press
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