La partida diabólica de Junts en el 2024
Será un año duro, y ruidoso, como la tramuntana que estos días azota la bahía de Roses, en el Alt Empordà. En L'Escala, villa que exhibe con orgullo su pasado marinero, donde la tradición de la anchoa y el salazón se remonta a los griegos y los romanos que levantaron la vecina Empúries, unos pocos turistas —la gran mayoría, franceses— han salvado las dos semanas navideñas de los también pocos hoteles abiertos. Las expectativas para el año que empieza son prudentes, nos comenta el regente del pequeño establecimiento junto al paseo de mar donde hemos esperado a los Reyes. La subida de la inflación en Francia ya se ha notado en las reservas de fin de año y posiblemente afectará a las de Semana Santa. El cambio climático también ha alterado el calendario tradicional de la hostelería, que ahora suele tener un mal mes de junio, un julio a medias y un agosto a rebosar que se puede alargar hasta todo el mes de octubre. Previsiones, sin embargo, que pueden cambiar de un momento a otro. Son tiempos de cruzar los dedos y esperar que llueva, y nieve.
Soplan malos vientos por los cuatro lados del mapa. En un año electoral que será global, la tramuntana trae del norte elecciones al Parlamento Europeo, en junio, donde se verá hasta qué punto la ultraderecha populista —con un crecimiento inédito........© ElNacional.cat
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