La obsesión con los bancos centrales está llegando demasiado lejos
En todo el mundo, encontramos analistas empeñados en que el Banco Central Europeo (BCE) anuncie más y mayores recortes de tipos de interés para impulsar el crecimiento económico de la Unión Europea y revitalice la bolsa en España, Europa y el resto del mundo. Asimismo, la rebaja de medio punto porcentual por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos en septiembre supuestamente añadiría presión al BCE para que mantenga el camino iniciado. Sin embargo, se equivocan.
A pesar de la atención constante que reciben, los bancos centrales no determinan el rumbo de la economía o de la renta variable. Aunque muchos inversores (y autoridades gubernamentales) anticipan entusiasmados más bajadas de tipos, a estas medidas se les atribuye una excesiva importancia. Veamos por qué.
La sabiduría económica de los bancos centrales está muy sobrevalorada; así sucede, sin ir más lejos, con la extendida creencia de que el aumento de los salarios eleva la inflación. El premio nobel Milton Friedman refutó hace décadas esa temida "espiral salarios-precios", y demostró que la subida de los sueldos es posterior a la de los precios, y no al revés. De hecho, entre 2021 y 2024, las nóminas siguen subiendo con intensidad en Estados Unidos y en septiembre registraron un incremento interanual del 4%. En cambio, en agosto, la tasa de inflación se ralentizó hasta llegar al 2,5%, así que, si el crecimiento de los salarios fuera un factor de impulso para la inflación, esta estaría subiendo, no bajando.
En el caso de España, la inflación........
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