La reforma electoral y la exclusión de las minorías
La propuesta de reforma electoral del expresidente López Obrador, impulsada ahora por la presidenta Sheinbaum, tiene al país inmerso en un acalorado debate sobre el impacto que podría tener en la representación política de las minorías la propuesta de eliminar las candidaturas de representación proporcional y la de reducir el altísimo financiamiento a los partidos políticos y al órgano electoral.
A una semana de que inicie el segundo período ordinario de sesiones de este año legislativo, se ha abierto el espacio -que es preciso sea inclusivo y plural- para discutir cambios trascendentales (¿para bien o para mal?) de nuestro sistema electoral, planteados para su aprobación a más tardar a finales de este año.
Son pertinentes dos preguntas para contextualizar el debate: ¿cómo llegamos al punto en que nos encontramos? y ¿cuáles son los asuntos clave de la iniciativa?
Hablamos de lo que sería la cuarta reforma electoral de gran calado entre 1997 y 2025, período en el que se consolidó la alternancia democrática con la certeza de que el voto cuenta y se cuenta bien; y la primera entre ellas que no es impulsada desde las oposiciones políticas, sino desde el partido en el gobierno.
En 1977 fue la que se concretó con Jesús Reyes Heroles en el gobierno de López Portillo, que abrió al régimen al pluralismo, reconoció a las minorías al otorgar registro a los partidos Comunista, Socialista de los Trabajadores y Demócrata Mexicano, y aumentó de 300 a 400 el número de diputados al incluir a cien plurinominales para abrir más espacios a las minorías.
En 1990, tras la severa crisis que fracturó al PRI, fue la que creó al IFE (aun presidido por el secretario de Gobernación, pero con consejeros ciudadanos) y el primer Tribunal Electoral; seis años más tarde (1996) fue la que “ciudadanizó” completamente al IFE y avaló la primera alternancia con el panista Vicente Fox; y en 2014, ya concretada la segunda alternancia de Felipe Calderón a Peña Nieto, fue una reforma política que transformó al IFE en el actual INE.
Hablamos también de lo que sería un cuarto intento de la 4T por concretar su reforma electoral, desde que en 2022 la presentó AMLO por primera vez al Congreso como reforma constitucional y después como reformas a leyes secundarias, que no se aprobaron por la falta de una mayoría legislativa calificada y por su inconstitucionalidad según el fallo de la Corte.
López Obrador, en su larguísima campaña........
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