menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

Larrea vs. Chico Pardo: el magnate minero contra el money maker

7 2
yesterday

La batalla por Banamex pasó de ser una simple transacción financiera a una guerra de poder entre dos visiones del capitalismo mexicano. De un lado, Fernando Chico Pardo, el money maker, con su estilo corporativo, disciplinado y su propuesta de apertura bursátil; y del otro, Germán Larrea, el magnate minero, discreto pero implacable, que ha decidido apostar buena parte de su patrimonio para quedarse con el banco más emblemático del país.

El viernes, Larrea, el segundo hombre más rico de México con una fortuna cercana a los 30 mil millones de dólares según Bloomberg, presentó una oferta vinculante por el 100% de Grupo Financiero Banamex, en efectivo. Inicialmente Larrea no busca socios, quiere control total. Su rival, Chico Pardo, con un patrimonio estimado en 2 mil 800 millones de dólares, lidera la otra propuesta: la compra del 25% y una Oferta Pública Inicial (OPI) que permitiría a Citi vender una parte del banco y poner a flotar el resto en los mercados, garantizando una transición “ordenada” y más digerible para el gobierno y los reguladores.

Citi, por ahora, parece más cómodo con la opción de Chico Pardo. En el banco estadounidense gustan las operaciones limpias, públicas y previsibles. En sus directivos se habla de que Banamex prefiere el modelo de OPI porque reduce riesgos políticos y de reputación. Pero como dirían los propios banqueros: money talks. Y Larrea habla el lenguaje del efectivo, con una oferta que podría alcanzar entre 7 mil y 10 mil millones de dólares, una cifra difícil de ignorar para los accionistas de Citi.

Chico Pardo (73 años) garantiza continuidad, regulación y una salida corporativa elegante, mientras que Larrea ofrece lo que más ansía Citi después de tres años de idas y vueltas: liquidez inmediata. El gigante estadounidense tiene compromisos con sus inversionistas de concretar la venta este año, y cualquier intento de priorizar lo “políticamente correcto” sobre lo económicamente conveniente podría abrirle un frente legal en Nueva York. Si Citi no vende al mejor postor, tendrá un problema fiduciario (fiduciary duty).

La historia tiene antecedentes. Larrea ya participó en la puja inicial durante el sexenio de López Obrador, cuando Citi empezó a explorar su salida de México. Su grupo conoce los pasivos, las resistencias y la compleja relación política que rodea a Banamex. No es una irrupción repentina, sino el regreso de un jugador que quiere a Banamex al costo que sea. Su conglomerado empresarial deslistó recientemente a Grupo México Transportes, en una operación valuada en más de 35 mil millones de pesos.

Larrea (71 años) busca........

© El Universal