El día que el centurión dejó de protegernos
Los que tienen cierta edad recordarán que sus padres vivieron en los 80 un día en el que sus tarjetas de crédito dejaron de ser aceptadas en el exterior. Sus abultadas cuentas y su patrimonio no eran respaldo suficiente; su centurión los dejó de amparar en sus viajes. Podían tener cuentas en dólares en Estados Unidos y un apellido que sólo con pronunciarlo sugiriera opulencia, pero la tarjeta emitida por su banco mexicano ya no era aceptada fuera del país. Esa experiencia no la queremos repetir; muchas generaciones quedaron marcadas por esa percepción de quiebra. Un país que pierde crédito en el exterior se tarda una generación en recuperarlo.
En 2025 estamos muy lejos de un escenario como el de los 80, pero es importante conservar nuestro historial de crédito en buena salud. No solamente hay que mantener las finanzas públicas en orden y pensar que además de política y mucha demagogia,........
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