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¿RCN y Caracol dónde están?

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La orden de Petro contra los empresarios del Canal Uno es peor que un asalto a mano armada. A lo Chávez, ordenó robárseles el canal. No hay que caer en el cuento de que nacionalizaciones o intervenciones del Estado. Esto no tiene nada de ideológico. Lo que quiere Petro es quedarse para él y para sus amigos con un medio de comunicación importante, así tenga que pasar por encima de la libertad de prensa, la libertad de empresa y la propiedad privada. Por eso acudirá a cualquier ardid, como la declaratoria de la caducidad del contrato, sin ninguna justificación, con tal de sentarse en lo que el llamaría el club de los potentados de los medios de comunicación. Los colombianos hemos tenido que padecer la obsesión de Petro por las comunicaciones y por la exposición pública. Esa arbitrariedad constante de interrumpir los canales nacionales para imponer sus consejos de ministros de circo romano, así como la arbitrariedad de regodearse en su vanidad narcisista retransmitiendo cuanta perorata va dejando en el camino de sus viajes........

© El Tiempo