Establecer líneas rojas ante la inteligencia artificial
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30.11.2025
Un amigo profesor universitario me contó en días recientes cómo han cambiado las cosas desde que llegó la inteligencia artificial a las aulas de clase. Ahora se alegra cuando encuentra errores en los textos de sus estudiantes porque significa que sí los escribieron manos humanas. Me cuenta que muchos de sus colegas en el mundo entero celebran cuando sus alumnos no entienden bien las preguntas iniciales y que sus errores los llevan a explicar involuntariamente algunas de las teorías vistas en los cursos desde otras perspectivas erróneas. Los errores son la primera señal de que una labor fue humana. Hay futuros que también pueden convertirse en pesadillas. Y ante una realidad que cambia tan rápidamente, desde cada una de nuestras profesiones debemos definir en qué tareas de rutina permitiremos que la inteligencia artificial trabaje por nosotros y en cuáles otras nuestro aporte es el más valioso. La tesis no puede ser oponernos de lleno a una realidad que llegó para transformar el mundo entero, pero sí debemos establecer las líneas rojas y los límites sobre dónde no aceptaremos que la tecnología reemplace la mano humana. Donde más........
© El Tiempo
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