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Tren a la esperanza

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Treinta años después de aquel anuncio que retumbó en las estaciones –“Lo logramos, por pujantes, por capaces, por luchadores”–, el metro de Medellín sigue siendo mucho más que un sistema de transporte: es el testimonio vivo de que la apuesta por lo técnico, la gobernanza y la confianza institucional rinde frutos. Así las cosas, no sorprende que hoy el metro sea orgullo paisa y nacional, ejemplo de buena gestión y una referencia inevitable para las discusiones de movilidad en Colombia. Por supuesto, esta historia no está exenta de tropiezos. El éxito de la megaobra no estuvo garantizado desde el inicio. Vale recordar que su construcción tardó trece años, que incluyó una para de 38 meses, que costó mucho más de lo previsto y que enfrentó crisis financieras que incluso obligaron a la Nación a........

© El Tiempo