Qué hacer ante una catástrofe (todo lo contrario de lo que ha hecho Carlos Mazón)
La tragedia de la DANA que aun mantiene en el dolor a la población de València no tiene precedentes en este siglo. En el XX, otra riada en otro mes de octubre causó 81 muertes según el recuento oficial, pero se sospecha que el franquismo ocultó muchas más. La riada de 1982, en plena salida de la dictadura, causó otras 40. En pleno siglo XXI, con unos sistemas de detección meteorológica mucho más sofisticados, un entusiasmo por la inteligencia artificial y otros sistemas automatizados que roza lo absurdo —y que se evapora del vocabulario público cuando se trata de aplicarlo para lo que realmente importa—, y una capacidad de alerta a la población sin precedentes, el resultado es una catástrofe superior a aquellas. Hay más de un centenar de muertos y un número indeterminado de desaparecidos. Y una terrible certeza de que pudo haberse evitado que la riada desencadenase una tragedia semejante.
Queda claro que esa alerta se relativizó por parte de la Generalitat. La Agencia Estatal de Meteorología mandó un mensaje a las 7.36h en las que se hablaba de “peligro extremo”. Aun así, Carlos Mazón........
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