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Miremos el futuro con optimismo

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Durante algún tiempo continuará la sorpresa por los resultados de las elecciones celebradas el pasado 17 de agosto, que dieron como ganador a un candidato que no aparecía como favorito, Rodrigo Paz Pereira.

A la sorpresa inicial, siguió una serie de conjeturas que intentaron dar cuenta de lo sucedido. Las primeras en caer bajo la crítica fueron las encuestas que, casi en su mayoría, daban como ganador a Samuel Doria Medina, dando a su vez paso a la cuasi certeza de que este candidato compró a las empresas para que pusieran su nombre en primer lugar. Repentinamente, todos olvidaron el alto número de indecisos que mostraban tales instrumentos, que en su momento decidieron votar por el flamante ganador y no por Andrónico Rodríguez como muchos suponían.

A continuación, y con mucha fuerza, surgieron voces en sentido de que el triunfo de Paz se debió a que transó con el MAS y que su gobierno será, si es que gana la segunda vuelta, prolongación del masismo. Los agoreros de siempre, mentirosos y desinformados en muchos casos, no trepidaron en decir que no hay nada que festejar, porque el MAS sigue vivo en la figura de Paz Pereira. A este coro se suman las voces de los dogmáticos libertarios que tachan al ganador como “socialista” en una simplificación que asusta y desconcierta, más aún cuando viene de personas que uno cree ilustradas, que ven el fantasma del socialismo (si no del comunismo) en todo aquel que expresa solidaridad con sus hermanos y se conduele de la desgracia ajena. Existen exagerados que afirman que........

© El Potosí