Cierra el Casi, el último bar sin turistas en la ruta del Park Güell
Adiós tras 48 años
Javier Monte, con su padre, Casimiro Monte, este jueves, último día de funcionamiento del bar Casi, en la calle de Massens. / Jordi Otix
Toni Sust
Periodista
Escribo sobre Barcelona desde 2016. Antes lo hice sobre Política social (2011-2016) y sobre Política catalana y española (2001-2011).
Profesor asociado de Periodismo en la UPF.
El bar Casi, situado en la calle de Massens, en la parte de Gràcia que queda debajo de la Travessera de Dalt, cerró este jueves. Entre abrazos y bromas y lágrimas reprimidas, sus parroquianos se iban despidiendo del responsable del establecimiento, Javier Monte, 50 años, y de su padre, Casimiro Monte, que dio nombre al bar, que lo fundó, y que hace ya un año que dejó la primera línea de la cocina, de la que era el alma.
Situado en una de las calles por las que bajan los turistas, ahora una pareja extranjera, ahora una familia entera, tras visitar el Park Güell, el local llamaba escasamente la atención desde fuera. Pero una vez dentro: qué mundo, el del bar Casi. Hay bares que se convierten en un segundo hogar y luego sitios en los que comes como Dios. Aquí han pasado las dos cosas a la vez. Llama la atención que pese a la cercanía del turismo, todos o casi todos los clientes fueran siempre vecinos.
Cartel situado dentro del bar Casi: 'No se hace menú'. / Jordi Otix
Hace mucho tiempo ya que en el Casi intentaban frenar a la gente: siempre estaba lleno y Monte encontró una manera peculiar de detener a las masas. Colocó avisos: “No hay menú”. A menudo, la persiana estaba medio bajada. Un cartel informaba de que el servicio concluía a la una. Pero un par de horas más tarde la sala seguía llena de gente comiendo. Comiendo el menú. Y parecía........
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