El día D de la DANA. Los puntos ciegos de una jornada llena de incógnitas
Un mes de la catástrofe
Reunión del Cecopi, la madrugada del miércoles 30 de octubre. / L-EMV
J. L. García Nieves
El martes 29 de octubre a las cinco de la mañana un tren de tormentas formado sobre la zona de Alzira, en Valencia, se desplaza hacia el noroeste de la provincia, a localidades como Llombai, Chiva, Buñol, Turís y las sierras de Utiel. A las siete y media Aemet actualiza su previsión, la primera de muchas, y del nivel máximo naranja pasa al rojo. Las inundaciones, ya severas y con numerosas pérdidas materiales, dejan multitud de imágenes impactantes de lo que será un día trágico. La virulencia de esas precipitaciones tempranas es solo un aviso de la magnitud de una gota fría anunciada desde hacía tres días. Aunque a las diez de la mañana se despeja y parece dar una tregua, a las doce se reactiva en el mismo punto de la comarca de la Ribera Alta y el viento de levante la empuja de nuevo hacia las cabeceras. Lo peor aún está por llegar. Además, un río atmosférico cargado de vapor que circula a gran velocidad desde el África ecuatorial interacciona con la DANA. La alimenta e intensifica sus efectos. El desastre empieza a gestarse. Todo eso ocurrió en el cielo. Es lo único cierto.
En la tierra, la gestión política, varios pasos por detrás, dejará ese día un reguero de incógnitas. El Gobierno ha pedido a la Generalitat Valenciana copia de la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), el órgano de coordinación de diferentes agencias de la Generalitat, el Estado o la Diputación de Valencia vinculadas a la gestión. La respuesta es negativa: no hay ni acta ni cintas, a pesar de que las nueve horas de reunión, desde las cinco de la tarde hasta más de las dos de la mañana, tuvieron formato mixto. Algunos integrantes estuvieron físicamente en el centro de Emergencias. Otros se conectaron por videoconferencia. Con instrucciones judiciales en el horizonte, los testimonios y los documentos serán esenciales para reconstruir unas horas críticas repletas de puntos ciegos.
Un mes después ningún juzgado ha dado aún un paso para investigar a los responsables políticos de la DANA
Los servicios meteorológicos (desde Aemet hasta À Punt) llevaban días alertando de la llegada de un evento meteorológico extremo. Esa mañana, instituciones con competencias en seguridad cancelan agendas y se ponen en guardia: lo hizo la Diputación de Valencia; lo hizo la Delegación del Gobierno, que a las 9 y media de la mañana reúne a todas sus agencias. Entre ellas la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Durante la mañana, la DANA fue avisando de la gravedad. En esas primeras horas la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ofrece a la entonces consellera, Salomé Pradas, los efectivos de la UME. No hay respuesta. Pradas y su número dos, Emilio Argüeso, acuden a la comarca de la Ribera alertados por las noticias que llegaban. Es allí, en el despacho de la alcaldesa de Carlet, Laura Sáez (PP), donde a las 15 horas se declara la emergencia 2 por inundaciones en la la zona de Utiel-Requena, lo que implica la movilización de la UME y la convocatoria del Cecopi. Pero aún pasarían dos horas hasta que el órgano se reúna, a las 17 horas. En la revisión de aquel día, se ha comparado esta gestión con la de la anterior DANA de 2019, cuando se reunió el Cecopi 48 horas antes. La convocatoria llega más tarde a las instituciones, a las 16:18 horas en el caso de la Delegación del Gobierno, con Bernabé camino de Utiel, lo que hizo que regresara a su despacho........
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