Cañonazos y desvelos de un profesor que piensa en voz alta
El salario mínimo subió tanto que ahora no sé si comprarme una cerveza para celebrar o guardarla para cuando Petro y el Congreso dejen de tirarse los trastos a la cabeza.
El otro día, un estudiante me miró con ojos de gato abandonado pidiéndome que no lo dejara en 2.9. Le puse 2.99 pensando que ni el milagro de la multiplicación de los panes lo salvaría, y el condenado apareció con 3.1. Debe tener más palancas que político en campaña.
Hablando de políticos, me dijeron que son como las arepas de chocolo: hay que darles vuelta varias veces porque son más falsos que........
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