El populismo tecnocrático que está vaciando nuestras aulas
Si no desmontamos este populismo tecnocrático, corremos el riesgo de perder una generación de docentes y de dejar un vacío irreversible en las aulas. No basta con buenas intenciones ni con medidas técnicamente elegantes. Hace falta voluntad política para pensar en soluciones reales y sostenibles.
En los últimos años la política educativa chilena ha insistido en una fórmula que se presenta como incuestionable: subir los puntajes de ingreso a las carreras de pedagogía para garantizar mejores docentes y, con ello, mejorar la calidad de la educación. Esta medida, defendida como una solución “técnica” y “sin alternativa”, es un claro ejemplo de populismo tecnocrático: decisiones que se venden como neutras y científicas, pero que terminan profundizando los problemas que buscan........
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