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El paseo de los domingos

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De vez en cuando, en mis círculos, alguna que otra persona rotea el mall. A sus ojos, tendría algo de ordinario ir a una construcción con múltiples tiendas a consumir. Ellos preferirían gastar su dinero en “alta cultura” o en tiendas independientes. Son personas de teatros, vinilos, ópera y cosas más sofisticadas que, supuestamente, saben autoexcluirse del consumo de masas. Existe un recelo en sectores minoritarios de la sociedad hacia las compras de la clase media y hacia lo que el mall chileno representa. En estos lugares se daría rienda suelta a las pasiones más bajas. La típica imagen sería la de jóvenes con poco dinero que hacen fila para comprar las últimas zapatillas, y así. 

Los centros de consumo se han transformado en un fenómeno al que le hemos quitado el análisis en los últimos años. Los malls, en efecto, se transformaron hace décadas -pero pareciera que ahora con más fuerza- en un típico lugar de encuentro. Al incorporar en su interior restaurantes que se adaptan a distintas capacidades de pago, además de atracciones y........

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