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Hijos del agua

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Me enseñó que el pensamiento Misak se parece a un páramo: frío, claro y armonizador, porque su concepción del espacio-tiempo es una espiral que se enrolla y desenrolla para volver al hogar-comunidad. Desde ese lugar espiritual, político y territorial, las luchas colectivas por la recuperación de tierras y los Planes de Vida no son solo reivindicaciones jurídicas, sino caminos para recuperarlo todo. De esa experiencia nace este escrito: de la necesidad de pensar la dignidad humana desde otros mundos y otras posibilidades.

Empiezo a comprender que hablar de dignidad humana sin mirar la historia de los pueblos originarios es quedarnos con una visión incompleta del mundo. Cuando pienso que como pueblo han resistido siglos de despojo en el Gran Cauca y que mantiene viva su lengua, su espiritualidad y su forma de entender la vida, no puedo evitar cuestionar cómo solemos definir la dignidad humana desde el derecho occidental. En mi opinión, la........

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