Frente al espejo de nuestra indiferencia
En lugares como el Reino Unido, la historia de la mortalidad infantil es diferente. Gracias a un compromiso serio y constante por parte del gobierno, la cifra ha bajado drásticamente. El informe State of Child Health 2020 lo confirma: en Inglaterra, por cada 1,000 bebés que nacen, solo fallecen 3.9; en Escocia, la cifra es aún más baja, 3.2. Estos no son números al azar, sino el resultado de políticas bien pensadas y aplicadas.
Lo lograron con decisiones contundentes: programas de vacunación para todos, acceso asegurado a la atención médica, campañas para dejar de fumar durante el embarazo y el fomento de la lactancia materna. En esencia, porque entendieron que la vida de un niño no debería depender de la suerte.
Mientras tanto, en La Guajira, los niños enfrentan una tasa de mortalidad que alcanza 25 muertes por cada 1.000 nacidos vivos. La desnutrición crónica sigue siendo la........
© El Informador
