No votemos por partidos, votemos por personas
Reconozco que incomodo a quienes aún creen en la estructura partidista como el eje de la democracia. Pero basta mirar alrededor para entender que los partidos han perdido su esencia ideológica. Hoy un político puede estar en un partido, mañana en otro, y pasado mañana en uno completamente distinto. ¿Dónde queda la coherencia? ¿Dónde está el compromiso con una visión de país? Lo que prima es el interés personal, la conveniencia electoral, el cálculo frío donde haya más posibilidades de ganar.
Y no se trata de satanizar a todos los que hacen parte de los partidos. En todos hay gente buena, capaz, y comprometida con el bienestar común. Son la mayoría, pero lamentablemente no son los más visibles. Los que acaparan los titulares, los que se roban el protagonismo, son los menos: los corruptos. Esos que negocian favores, que compran conciencias, que se enriquecen con los recursos públicos. Esos que deberían estar en el ostracismo, lejos de cualquier cargo público,........





















Toi Staff
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