El pepe botella criollo, un estadista de pacotilla con ínfulas de emperador
La vergüenza y el desasosiego invade a los colombianos por cuanto día tras día se observa con preocupación que el país transita rumbo al despeñadero, el gobierno no da pie con bola y la incertidumbre se apodera de la gente sensata y desprovista de cualquier pasión política absurda, en el entendido que la gran carpa nacional deambula entre la ineptitud y la estupidez, adjetivos que pululan a nivel administrativo.
El gobierno del cambio y la abanderada zurda colombiana siguen enfrascados de manera irresponsable, irreflexiva y mezquina, en un atentado contra la institucionalidad, al punto que después de hundirse la reforma laboral, -aún incierta su aprobación-, contraatacó con una consulta popular como revancha ante el congreso, -también fallida-, apelando para ello a un famélico decretucho con el cual pretendía socavar la institucionalidad e intentar demostrar que por haber sido........
© El Informador
