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La creación de las escuelas de “Primeras Letras” por el Obispo Mariano Martí en 1776

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02.09.2025

El Obispo doctor Mariano Martí no puede verse sólo como un jerarca más de la Iglesia católica. Digamos que su nacimiento, en 1721, en el primer cuarto de siglo XVIII, siglo de la Ilustración y la Enciclopedia, le marcaría para siempre. Martí, en palabras de Rafael Fernández Heres, es un preilustrado español del siglo XVIII borbónico y reformista. Los reyes de la Casa de Borbón se entusiasmaron por las nuevas ideas, en especial Carlos III pero, apunta Picón Salas, “lo que en la España de Carlos III se veía como un anhelo de reforma, en América asomaba con un encendido tono de insurgencia”515 Martí podría ubicarse en lo que llamaríamos la tendencia “cristiana ilustrada o modernista, que sin abandonar el sustrato tradicional se abrió a las nuevas ideas para recibir los elementos que consideraba vivificantes, tendencia reformista en la que se ubican Campomanes, Floridablanca y Jovellanos. Martí viene de una España que asiste a una reducción notable de los privilegios eclesiásticos (1762); que liberaliza el comercio en las Antillas, prohíbe al Santo Oficio publicar índices expurgatorios sin licencia real; Campomanes publica en 1765 el Tratado de la regalía de amortización, un verdadero plan de reformas económico-religiosas; se comienza a no exigir pruebas de limpieza de sangre; se produce la expulsión de los jesuitas en 1767; las universidades pasan a la jurisdicción real; el enciclopedismo y la ciencia experimental combaten a la escolástica y el “tabú” religioso con Feijoo. En América prende “la idea autonomista y la escisión de España, ideas de las que ya comienza a hablarse subrepticiamente en el siglo XVIII, la fronda enciclopédica destruye el edificio espiritual levantado en doscientos años de dominación hispana. La escolástica, dice Octavio Paz, es “un caserón vacío”.

El Obispo y Doctor llega a la Provincia de Venezuela en 1762, hora en la que estaba por iniciarse el proceso de unificación del territorio nacional con la creación de la Real Hacienda (1776), la Capitanía General de Venezuela (1777), y el establecimiento de la Real Audiencia (1786-1787) y el Arzobispado (1803). Por otro lado, una estructura social se ha formalizado al dársele estatus legal a las castas. En este contexto tan variado y complejo llega el Obispo Martí a Caracas para luego iniciar su Visita Pastoral por la Cordillera de la Costa, Coro, Maracaibo y entrar por El Pedregal y Siquisique para encontrarse, de esta manera, con la Jurisdicción de Carora y llegar a su capital el día 14 de marzo de 1776. Llega Su Señoría a una ciudad (que) tenía su artesanado (…y que era) un lugar de negocios523 y que era, a la sazón, la capital de una Vicaría que contaba con un total de población de 11.355 personas, de las cuales 1999 eran españoles y mestizos; 3160 indios; 3832 negros, zambos, mulatos; y 585 esclavos.

Luego de extenderse casi hasta el vértigo en la descripción de cada uno de los religiosos de la ciudad, de sus templos, de sus ocho cofradías y el convento franciscano, el religioso pasa a ocuparse del asunto educacionista, con lo cual Martí se constituye en el iniciador de la educación formal, religiosa y pública en la ciudad de Carora. Citemos en extenso a Su Señoría Ilustrísima:

“En esta ciudad he establecido y fundado dos escuelas, una para leer y escrivir y contar, y otra para latinidad, poesías y retórica, con ciento y cinqüeta pesos annuales para cada una por ahora, y mandado comprar la casa que haze esquina a la plaza, y es la esquina más inmediata a la Parroquial, reservando para mí y mis successores el nombramiento de dichos dos maestros, y he comprado ciento y cinqüenta yeguas y puéstolas en el potrero o hato de las cofradías, con la circunstancia de que se hagan cinco partes de los aumentos y que una la perciba el administrador de dicho hato de las cofradías, y de las otras quatro partes perciba dos el montón o la causa pía de dichas cofradías, y las restantes dos partes queden o se apliquen a beneficio de dichas escuelas; y ahora a los principios (quedando siempre el quinto para dicho Administrador) he dispuesto que los otros quatro quintos o quatro partes se empleen todas quatro en comprar yeguas hasta que excedan el número de trescientas yeguas, para que los dos quintos o dos partes se aseguren los salarios de los maestros, y también insinúo en mi auto o providencia que si huviese renta bastante de dicho establecimiento de hato, se funde una capellanía de doscientos pesos anuales, cuyo Capellán diga corto número de Missas y que todos los días se ponga al........

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