Carmencita: la hermana que me regaló la vida
Ella, Carmencita Tirado Yépez, es uno de los primeros recuerdos de mi infancia y ha sido una presencia constante y significativa en mi vida. Nacimos con un año de diferencia y, como si el destino lo hubiera planeado, nuestras familias vivían una al frente de la otra. Desde ese primer encuentro, desde que éramos bebés, nuestras vidas se entrelazaron de tal manera que no puedo imaginar cómo hubiera sido si no nos hubiéramos tenido una a la otra.
Nuestra infancia fue un cúmulo de aventuras y travesuras. Juntas, exploramos el mundo que nos rodeaba, creamos mundos imaginarios y compartimos secretos que solo nosotras entendíamos. Pasábamos las tardes en el jardín o en mi casita de muñecas, jugando sin preocupaciones, al amparo de la inocencia. Era común escuchar a su papá decir con cariño: “Lo único que le falta para ser Jaimes es cambiarse el apellido”. Ese comentario no solo reflejaba la cercanía entre nuestras familias,........
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