Crónicas de Facundo: El progresismo narcoterrorista
Tras la clara derivación del progresismo globalista que, en el siglo XXI, a partir de su holding venezolano y tras el telón de una revolución que infamara la memoria de Simón Bolívar, termina asociado con la excrecencia inédita del narcoterrorismo, cabe hacer memoria del recorrido de esa experiencia ominosa en América Latina a objeto de poder conjurarla con eficacia.
De otro modo no se entendería esa suerte de maridaje entre el terrorismo y el narcotráfico para conquistar Estados, y tras sus instituciones purificar sus crímenes como acrecentar sus poderes e impunidad usando de la soberanía. Mas, paradójicamente, el contexto de la deslocalización digital y la cultura del relativismo sobre las redes, igualmente le ha sido ampliamente favorable.
Se olvida, incluso por los negacionistas, la alianza formal pactada entre las FARC colombianas y el gobierno bolivariano de Caracas, en agosto de 1999. Para males, esta vez la vecindad del holding venezolano con su base nutriente, Colombia, le favorece. Hace poco fue descertificada por la conducta deliberadamente abúlica del régimen de Gustavo Petro, que, tras el telón de la paz total, ha hecho crecer la producción de coca. Se cultivan más de 253.000 hectáreas que, en 2023, produjeron 2.664 toneladas métricas de cocaína. Priva, por órdenes presidenciales, una política de brazos cruzados.
Hagamos, pues, memoria, no de lo anterior, cuya data la están nutriendo los medios internacionales, sino de los orígenes de estos regímenes de la mentira que legalizan la ilegalidad en los países afectados. No por azar, la criminalidad política hace de las suyas desde el norte que linda con Rusia hasta el sur patagónico.
A partir de 1989, este gran mentiroso de la historia del siglo XX que fue Fidel Castro se planteaba desafiante “la transición socialista”, una vez como hiciese crisis el socialismo real soviético. Contaba entonces con la palanca del narcotráfico colombiano y mexicano. Hablaban los suyos de la “rectificación de errores y tendencias negativas”. Mas la aporía no les abandonaba, pues la mentira y la doblez en el lenguaje seguía siendo el gran vector ideológico de los jerarcas cubanos. Es cuando afirman los tecnócratas del castrismo que “la voluntad y la acción organizada socialista en el poder tienen que abrirse paso mediante combinaciones de elementos del modo capitalista… y de elementos de un nuevo modo de predominio de la voluntad consciente y organizada sobre el “reino” mismo de la economía y sobre las demás esferas de la vida”.
Así que, tras la reedición de un Jano junto al líder del Partido de los Trabajadores de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, llegado 1990 crea Castro el Foro de São Paulo. Desde allí observa y analiza el “modelo de transición socialista” de Europa oriental y su crisis, y tal como consta en el documento fundacional y en el otro que adoptan ambos al año siguiente, en Ciudad de México, extraen para la forja de la rectificación «gattopardiana» que se proponen, las siguientes líneas de acción: (1) Presentar a la izquierda y al socialismo “como alternativas necesarias y emergentes”, a pesar del lastre de siete décadas que pesa sobre ellas; (2) condenar al capitalismo neoliberal y sus........
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